Hoy nace la gran MAREA VALENCIANISTA, como plataforma de defensa del patrimonio histórico, deportivo, económico y social de nuestro Valencia CF.

El primero de marzo de 1919, Octavio Augusto Milego firmó el acta constitucional de club blanquinegre para poder hacer realidad la ilusión de todos los aficionados al fútbol de Valencia de tener un club de fútbol de primer nivel que nos representara. Hoy, casi 100 años después, es preciso que los valencianistas, con una sola voz, despertemos de nuestro letargo y vigilemos que Lim (y Mendes) cumplan lo que comprometieron públicamente ante el patronato de la Fundación.

Con los trucos de magia más sutiles, durante el proceso de venta nos mostraron un señuelo sentimental con una mano, para que la otra extremidad pudiera moverse sin vigilancia alguna, y así pasamos de exigir el pago de la deuda, la construcción del estadio, una ampliación de capital,…; a aceptar como bueno que el club debiera más dinero que antes, que nadie se comprometiera a terminar el nuevo Mestalla, a que la ampliación de capital solamente se conozca por sus continuos anuncios mediáticos, … El flautista de Hamelin cumplió su función, aunque alguna vez tendrá que rendir cuentas antes el valencianismo.

La cruda realidad es que el aclamado inversor se ha quedado en prestamista, tan interesado como cualquier otra entidad financiera en cobrar su deuda con suculentos intereses financieros y plenas garantías, jugadores incluidos.

La cruda realidad es que nos presta 100 millones de euros pero que debemos gastar en jugadores de su socio Jorge Mendes a los precios que ellos dos fijan, muy por encima de los precios de mercado, como ya dicen la mayoría de los medios de comunicación.

La cruda realidad es que nos están quitando el escudo del pecho, y somos el único gran club español que pone a un exjugador de la competencia a dirigir la cantera (uy perdón, que iba en la candidatura de Laporta que Mendes y Lim apoyaban, que despiste más tonto). Somos el único gran club que permite que un entrenador que la temporada pasada fue ofrecido por Mendes al Real Madrid y a FC Barcelona, se enfrente con el jugador más importante de nuestra historia, el matador Kempes. Somos el único gran club, que con la que está cayendo en España, que paga a plazos la deuda al Ayuntamiento mientras solventa rápidamente la deuda de Lim con el City.

Roma no paga traidores, y esa es la pócima con la que Lim y Mendes han pagado a los que permitieron introducir el caballo que destruirá nuestra Troya con nocturnidad y alevosía. Pero la pócima deja regueros de irregularidades, como el cobro de cantidades importantes por parte de algunos consejeros del Valencia CF, cuando los estatutos lo prohíben. Estamos ante un posible delito económico de primero de derecho.

Otros presuntos delitos vamos a pedir que se investiguen, como por ejemplo, por qué se vende el club por una cantidad inferior a la que fijaba el jefe de contabilidad del protectorado de fundaciones como valor objetivo del Valencia CF. Como por ejemplo, porque todos los jugadores vienen de la mano de Mendes con precios desorbitados y ocultando las comisiones que el club paga a las empresas de sus fondos de inversión y gestión de jugadores. Como por ejemplo, porque se puede estar vaciando la caja del Valencia CF para pagar la inversión del prestamista; y así podríamos continuar hasta preguntarnos por qué los valencianistas no han tenido la oportunidad de conocer por boca de Lim la respuesta a estas preguntas.

En los últimos tiempos se están borrando los signos de identidad del valencianismo en el club, se intenta controlar la libertad de expresión de los aficionados que más animan en Mestalla, se toman decisiones deportivas pensando más en la procedencia de los jugadores que en su valía, se impide a los medios de comunicación informar libremente en las juntas de accionistas, se agrava la situación económica de la entidad que sobrevive con una planificación económica que nos llevará al desastre en los próximos años, mientras el prestamista tendrá plenamente garantizada su deuda y no le habrá costado ni un solo euro comprar uno de los 10 equipos más importantes de Europa y el tercero de España.

Y¿ por qué yo y en este momento? Porque tras ser vicepresidente económico conozco el club, porque ya solucioné problemas graves como sustituir el pufo de Valencia Experience, firmar la nueva marca deportiva del Valencia CF, firmar el mejor contrato de televisión de la historia, puse en marcha el tour del estadio, firmamos con Loewe, Mercedes,… y tuvimos comprometidas las parcelas del viejo Mestalla, pero el poder de la época la boicotearon por su afán de controlar la institución.

No busco protagonismo. Salí del club y nunca hice una entrevista relacionada con mi paso y mi salida del mismo. Pero ahora es el momento de dar un paso al frente, deseando que Lim cumpla, porque si no el futuro puede pintar muy negro. No quiero estar llorando un descenso o la desaparición del club, quiero dormir tranquilo pensando que hago lo que el valencianismo necesita. Espero que nunca oiga en Mestalla, Lim vete ya. Eso significaría que lo que intuyo, por desgracia, se ha cumplido.

Por todo eso nace hoy Marea Valencianista, que quiere ser la voz de Mestalla. Nuestra ilusión es que Lim cumpla y de verdad invierta dinero en el club. Si no lo hace, lo denunciaremos. Y si pone en riesgo el futuro del club, estaremos preparados para que el propio Valencia CF le compre sus acciones por lo que realmente ha pagado, y construyamos un futuro ilusionante con nuestro esfuerzo, nuestro amor a estos colores y con la fuerza que nos da el corazón blanquinegre. Amunt Valencia.